No es ninguna novedad que la calle Jorge Juan es a día e hoy el place to be de la gastronomía en Madrid. En ella se concentran muchos, muy variados y, salvo alguna excepción, muy buenos restaurantes. Pero a la zona le hacía falta un local como «El Babero» que desde principios de septiembre ha traslado su ubicación de Las Tablas a la calle Puigcerda, lo que todos conocemos como el callejón de Jorge Juan.

En una zona de sitios donde reina el postureo hacía falta un lugar con una filosofía clara de «barra y productazo», el sitio ideal para los que amamos la gastronomía y los productos gourmet, pero preferimos comer en silla alta, con un ambiente desenfadado, que la mesa y el mantel de toda la vida. Un espacio donde tomarte unas cañas o unos vinos acompañados de platos de la mejor calidad.

Para este nuevo proyecto Cuchy Perez, una auténtica enamorada del producto del alta calidad, se ha rodeado de los mejores partners gastronómicos. La carta se divide en tres partes, «laterío» con el sello de la Real Conserva Española, chacinas de Joselito y la parte de cocina donde destaca un espectacular tartar de carabinero, la exquisita ensaladilla con ventresca de toda la vida de El Babero,  tortillas estilo Betanzos, con diversas posibilidades de combinación, torreznos de lechal y las carnes a la brasa, que se deshacen en la boca como mantequilla, del mejor proveedor de ternera gallega de nuestro país, Discarlux.

Además no puede faltar el guiso del día de Cuchy que lo mismo te sorprende con un marmitako de atún, una oreja de cerdo picante con garbanzos y patatas o legumbres con marisco, ya sea bogavante o berberechos. Todos deliciosos.

Con todos estos ingredientes está claro que El Babero es un lugar para disfrutar de la buena comida, la buena bebida y la buena compañía porque el ambiente, donde te cautiva hasta el mueble del baño, invita al buen rollo y a pasarlo bien, por eso en breve se va a convertir en una referencia en la capital y el típico lugar donde va a ser habitual empalmar la comida con la cena alargando la sobremesa esta risas, vinos y copas. Porque El Babero, no es sólo barra y Alta Cocina de mercado, es mucho más ¡Larga vida a El Babero!